- ¿Por qué importa la pesca sostenible?
- Métodos de pesca: ¿cuáles son más sostenibles?
- Pesca artesanal y de pequeña escala
- Caña y línea (hook-and-line)
- Trampas, nasas y redes de arte fija
- Arrastre de fondo (bottom trawling)
- Redes de cerco y FADs (dispositivos de agregación de peces)
- Acuicultura: ¿solución o problema?
- Sistemas de certificación y sellos: ¿en quién confiar?
- Marine Stewardship Council (MSC)
- Aquaculture Stewardship Council (ASC)
- Friend of the Sea y otros sellos
- Tabla comparativa: criterios clave de sellos comunes
- Cómo comprobar la trazabilidad y la veracidad del sello
- Tecnologías que mejoran la sostenibilidad
- Políticas públicas y cooperación internacional
- Qué puedes hacer como consumidor
- Casos prácticos: ejemplos que ayudan a entender
- Tabla: ventajas y desventajas de métodos comunes
- Errores comunes y mitos
- Recursos y referencias prácticas
- Acciones con impacto a mediano y largo plazo
- ¿Qué debe cambiar en el sector para avanzar hacia la sostenibilidad?
- Preguntas para hacer al comprar pescado
- Reflexión final antes de la conclusión
- Conclusión
Imagina caminar por el pasillo de pescadería de un supermercado cualquiera: filas de paquetes, etiquetas de colores, promesas de origen y esos sellos que te miran como si te ofrecieran una decisión correcta. La pesca sostenible ya no es una moda pasajera; es una conversación global que afecta la salud de los océanos, la seguridad alimentaria y la economía de comunidades costeras. En este artículo conversacional y detallado quiero llevarte de la mano por el universo de la pesca responsable, explicarte métodos con sus ventajas y riesgos, desmenuzar los principales sellos y cómo interpretarlos, y darte herramientas prácticas para elegir mejor cuando compres pescado. No vamos a usar jerga técnica sin sentido: hablaremos claro, con ejemplos y listas útiles para que salgas de aquí con la confianza de alguien que sabe qué preguntas hacer y qué mirar en una etiqueta.
Si te interesa el tema porque te importa el planeta, porque trabajas en el sector pesquero, o simplemente porque quieres que tus hijos hereden mares vivos, este texto está pensado para ti. A lo largo de estas páginas descubrirás cómo operan las pesquerías, qué técnicas minimizan el daño y cuáles son meros arreglos cosméticos, por qué algunos sellos son fiables y otros menos, y cómo la tecnología y las políticas públicas están cambiando el panorama. Además, encontrarás tablas comparativas y listas prácticas para tomar decisiones informadas en el supermercado o el restaurante.
¿Por qué importa la pesca sostenible?
La pesca no es solo una actividad económica: es una de las formas más antiguas de interacción humana con la naturaleza. Durante décadas, la presión extractiva, la falta de regulación eficaz y la pesca ilegal redujeron poblaciones enteras de peces y alteraron ecosistemas. Cuando hablamos de pesca sostenible hablamos de mantener poblaciones de peces en niveles que permitan su reproducción y renovación, minimizar los daños colaterales al ecosistema y asegurar medios de vida dignos para las comunidades pesqueras.
En términos prácticos, la pesca sostenible busca equilibrio. No se trata simplemente de capturar menos, sino de pescar de manera que la cadena alimentaria del océano se mantenga funcional, los hábitats —como arrecifes y praderas marinas— no se destruyan y las especies no objetivo (lo que llamamos bycatch) sufran menos. Esto tiene repercusiones en la salud humana —pescados más sanos y menos contaminantes bioacumulados— y en la economía, porque recursos agotados implican pérdidas a largo plazo para quienes dependen del mar.
Métodos de pesca: ¿cuáles son más sostenibles?

No existe una única técnica “perfecta” que sea sostenible en todos los contextos: la idoneidad depende de la especie, el hábitat, la presión pesquera y las prácticas locales. Aun así, podemos clasificar los métodos según su selectividad, impacto en el fondo marino y riesgo de captura incidental. Aquí te explico los principales métodos y por qué algunos son preferibles en determinadas circunstancias.
Entender estos métodos te ayudará a reconocer en el etiquetado o al preguntar en la pescadería por qué una determinada captura es mejor que otra. También notarás que muchas certificaciones se centran en promover técnicas con menor impacto, pero la simple presencia de una técnica “buena” no garantiza sostenibilidad si no va acompañada de gestión eficaz y cumplimiento normativo.
Pesca artesanal y de pequeña escala
La pesca artesanal incluye técnicas como la caña, la red de enmalle a pequeña escala, trampas y nasas. Por lo general, tiene una huella ambiental menor, menor captura incidental y es más selectiva, permitiendo soltar ejemplares juveniles o de especies no objetivo. Además, suele estar ligada a comunidades locales con conocimiento tradicional de las rutas y períodos de veda.
No obstante, la pesca artesanal no siempre es inocua: en zonas con sobreexplotación, el esfuerzo acumulado puede ser insostenible, y la falta de acceso a mercados y tecnología puede presionar a capturas de tamaño subóptimo. Su potencial para ser sostenible aumenta cuando hay gestión local, límites de captura y acceso a mercados que valoren prácticas responsables.
Caña y línea (hook-and-line)
La pesca con caña y línea, ya sea individual o con líneas fijas y palangres de superficie, suele ser altamente selectiva y permite liberar especímenes no deseados con menor daño. Es ideal para especies demersales y pelágicas que se capturan de manera individualizada.
El desafío aparece con los palangres muy largos (longlines), que si no se gestionan adecuadamente pueden atraer aves marinas o capturar especies vulnerables. Existen prácticas de mitigación, como el uso de dispositivos que ahuyentan aves, horarios de trabajo nocturno y anzuelos circulares que reducen la mortalidad de no objetivo.
Trampas, nasas y redes de arte fija
Las trampas y nasas son altamente selectivas y causan poco daño al fondo marino. Son especialmente eficaces para crustáceos y moluscos. Las redes de arte fijo, como las redes de cerco, pueden ser sostenibles cuando se aplican en poblaciones abundantemente gestionadas y se usan medidas para evitar la captura de mamíferos marinos y aves.
La clave aquí es el diseño y la gestión: dispositivos de escape para juveniles, modelos que evitan enredos y prácticas que reduzcan el tiempo en que la artes está en el mar para disminuir el sufrimiento de las capturas no deseadas.
Arrastre de fondo (bottom trawling)
El arrastre de fondo es una de las técnicas más destructivas para los hábitats marinos. Consiste en remolcar redes pesadas por el fondo, arrasando con todo a su paso. Provoca la destrucción de praderas marinas, arrecifes y zonas de reproducción, además de generar grandes cantidades de captura incidental y subproducto indeseable.
Algunas innovaciones tecnológicas y regulaciones intentan minimizar su impacto —como eco-arneses o limitaciones de áreas— pero, en términos generales, el arrastre de fondo es el método que más atención recibe por sus impactos ecológicos. Cuando veas pescado proveniente de arrastre de fondo, conviene cuestionar la sostenibilidad a menos que exista una certificación robusta y evidencia de gestión cuidadosa.
Redes de cerco y FADs (dispositivos de agregación de peces)
Las redes de cerco son habituales para especies pelágicas como atún y sardina. En el caso del atún, la práctica de usar FADs (dispositivos de agregación) puede incrementar la eficiencia de captura pero también la captura incidental de juveniles y especies no objetivo, además de contribuir al abandono de residuos marinos si los FADs no se gestionan bien.
Las alternativas sostenibles incluyen la pesca de cerco sin FADs (FAD-free), que suele ser más selectiva, y prácticas de liberación rápida para reducir la mortalidad de ejemplares no objetivos. La trazabilidad y monitoreo son esenciales para verificar prácticas responsables en este tipo de pesquerías.
Acuicultura: ¿solución o problema?
La acuicultura —la cría de peces y mariscos— tiene el potencial de aliviar la presión sobre las poblaciones silvestres, pero solo si se gestiona correctamente. Las prácticas intensivas pueden causar contaminación, transmisión de enfermedades, escapes que afectan a especies locales y dependencia de harina de pescado para alimentar a especies carnívoras.
Sin embargo, hay formas de acuicultura muy responsables: sistemas en recirculación, cultivo de especies herbívoras o filtradoras (como mejillones) y prácticas que reducen el uso de antibióticos y la contaminación. Las certificaciones para acuicultura buscan precisamente promover estas buenas prácticas, pero al igual que en la pesca extractiva, la certificación por sí sola no garantiza todo si no hay transparencia y cumplimiento.
Sistemas de certificación y sellos: ¿en quién confiar?
Los sellos han surgido como herramienta para que los consumidores identifiquen productos más responsables. Sin embargo, la proliferación de logos puede confundir: algunos sellos son rigurosos y transparentes, otros tienen conflictos de interés o requerimientos laxos. Aquí analizamos los más conocidos y qué mirar cuando los veas en una etiqueta.
Recuerda: un sello creíble combina criterios científicos sobre stock, gestión pesquera, impacto ecológico y prácticas laborales, además de auditorías independientes y transparencia en la cadena de custodia. Sin estos elementos, un sello puede ser simplemente marketing verde.
Marine Stewardship Council (MSC)
El MSC es uno de los sellos más reconocidos internacionalmente para pesca extractiva. Sus estándares se centran en la salud de la población objetivo, el impacto en el ecosistema y una gestión pesquera efectiva. Los productos con etiqueta MSC deben proceder de pesquerías certificadas y existir trazabilidad en la cadena de suministro.
No está exento de críticas: organizaciones conservacionistas han señalado que algunas pesquerías certificadas no cumplen plenamente con mejores prácticas, o que las evaluaciones han tolerado incertidumbres científicas. Aun así, en términos generales, MSC es un estándar influyente que ha impulsado mejoras en muchas pesquerías.
Aquaculture Stewardship Council (ASC)
El ASC se centra en la acuicultura responsable, evaluando criterios como el uso de antibióticos, la contaminación, la alimentación y el bienestar animal. Es una referencia para consumidores interesados en productos de cría con menor impacto ambiental.
Como con cualquier sello, es importante mirar más allá del logo: saber la especie, el país de origen y si hay certificaciones complementarias que agreguen confianza.
Friend of the Sea y otros sellos
Friend of the Sea es otra certificación conocida que cubre pesca extractiva y acuicultura, con criterios sobre captura incidental y gestión de embarcaciones. Existen además sellos regionales y nacionales, y etiquetas como la ecológica de la UE que en algunos países integran criterios pesqueros o acuícolas.
Antes de confiar ciegamente en un sello, consulta su transparencia: ¿publican auditorías? ¿Quién realiza la evaluación? ¿Qué pasa si se incumple? Un buen sello responde estas preguntas con claridad.
Tabla comparativa: criterios clave de sellos comunes
| Certificación | Cobertura | Principales criterios | Transparencia | Observaciones |
|---|---|---|---|---|
| MSC | Pesca extractiva | Estado del stock, gestión, impacto ecosistémico | Alta (informes públicos) | Muy extendido; evaluaciones técnicas, algunas críticas puntuales |
| ASC | Acuicultura | Uso de antibióticos, alimentación, contaminación | Alta | Enfocado en prácticas de cría responsables |
| Friend of the Sea | Pesca y acuicultura | Captura incidental, gestión, estándares de acuicultura | Media-Alta | Incluye proyectos de conservación y trazabilidad |
| Etiqueta Ecológica UE | Productos en general (incluye acuicultura) | Criterios ambientales más amplios; emisiones, contaminación | Alta | Uso menos común para pescados; útil en acuicultura |
Cómo comprobar la trazabilidad y la veracidad del sello
Un sello solo es útil si el producto puede rastrearse hasta su origen y si la auditoría que lo respalda es independiente. Aquí tienes pasos concretos para verificar trazabilidad en la práctica: preguntar por el país de captura o cultivo, exigir el nombre científico de la especie (no solo el nombre comercial), pedir el método de pesca y buscar el código de trazabilidad si existe. Muchos sellos ofrecen bancos de datos públicos donde puedes verificar las pesquerías certificadas.
Además, observa el envase: un número de lote y fecha, información sobre la cadena de custodia y el nombre del organismo certificador son señales positivas. Si la etiqueta es vaga o el vendedor no puede decirte el origen, es una alerta para desconfiar.
Tecnologías que mejoran la sostenibilidad
La tecnología está transformando la pesca: desde sistemas de posicionamiento y monitoreo satelital (AIS, VMS) que mejoran la vigilancia, hasta dispositivos en las redes que reducen el bycatch y sensores que registran la temperatura y la integridad del hábitat. La trazabilidad digital —registro blockchain, QR codes vinculados a bases de datos— facilita verificar origen y prácticas en tiempo real.
Asimismo, la ciencia pesquera avanza con modelos de evaluación más precisos, que permiten ajustar cuotas y temporadas con mayor fiabilidad. La combinación de tecnología, ciencia y gobernanza es la ruta más prometedora para que las mejoras no sean solo locales ni efímeras.
Políticas públicas y cooperación internacional
La pesca sostenible no se consigue solo con buenas intenciones: requiere marcos legales sólidos, fiscalización efectiva y acuerdos internacionales, especialmente para especies migratorias que cruzan fronteras. Acuerdos de pesca responsable, zonas marinas protegidas y políticas de reducción de subsidios dañinos son herramientas políticas cruciales.
También es vital la cooperación con comunidades locales: los planes de manejo participativo, donde los pescadores tienen voz en las decisiones, suelen ser más exitosos y socialmente justos. La equidad en el acceso a recursos y mercados es una dimensión que a menudo se pasa por alto cuando hablamos solo de indicadores biológicos.
Qué puedes hacer como consumidor

Tu elección de compra tiene impacto. Aquí tienes una lista clara y práctica para orientarte la próxima vez que compres pescado o vayas a un restaurante:
- Pide nombre científico y método de captura o cultivo.
- Busca sellos reconocidos y verifica su validez en bases de datos públicas.
- Prioriza especies locales y de temporada, que suelen tener menor huella climática y menor riesgo de sobreexplotación.
- Evita especies cuyo método de captura indique arrastre de fondo, salvo certificación robusta y gestión probada.
- Prefiere productos con trazabilidad clara (código de lote, origen, fecha).
- En restaurantes, pregunta por la procedencia y el proveedor; presiona para más transparencia si la respuesta es vaga.
- Apoya políticas públicas y organizaciones que promuevan pesca responsable.
Estas pequeñas acciones, multiplicadas por millones de consumidores, presionan a productores y políticos a mejorar prácticas y transparencia.
Casos prácticos: ejemplos que ayudan a entender
Para hacer más tangible todo lo anterior, veamos ejemplos concretos: la recuperación del bacalao en ciertas áreas tras imponer vedas y límites de captura, o cómo la pesca con línea para atún reduce la captura incidental comparada con el uso de FADs. Otro caso son las comunidades que instalaron áreas de no pesca temporales para permitir la recuperación de poblaciones y luego vieron incremento en capturas sostenibles a mediano plazo.
Estos casos muestran que la solución combina restricciones inteligentes, incentivos económicos y seguimiento científico. No hay atajos: los resultados reúnen la participación local, buenos datos y políticas coherentes.
Tabla: ventajas y desventajas de métodos comunes
| Método | Ventajas | Desventajas |
|---|---|---|
| Caña y línea | Alta selectividad; baja captura incidental; mínimo daño al fondo | Baja eficiencia en volumen; puede ser costoso |
| Trampas y nasas | Selective; bajo impacto en hábitat; recuperable | Requiere mano de obra; puede dañar en caso de abandono |
| Redes de cerco (sin FAD) | Alta eficiencia para pelágicos; menor bycatch si se maneja bien | Riesgo de overfishing si no hay gestión; FADs aumentan captura incidental |
| Arrastre de fondo | Alta eficiencia; captura grandes volúmenes | Destructivo para hábitats; alta captura incidental; impacto ecosistémico |
Errores comunes y mitos
Hay conceptos erróneos que conviene desmontar. Primero: no todo pescado salvaje es automáticamente sostenible. “Salvaje” solo describe origen, no estado del stock ni método de captura. Segundo: un sello no es una garantía absoluta; exige verificación y contexto. Tercero: la acuicultura no es intrínsecamente mala; hay formas de acuicultura excelentes y otras dañinas. Entender matices evita decisiones impulsivas basadas en etiquetas o preconceptos.
Otro mito frecuente es creer que consumir menos pescado siempre ayuda. En realidad, una transición informada hacia especies menos explotadas o productos certificados puede reducir la presión de manera más efectiva que evitar pescado por completo sin estrategia.
Recursos y referencias prácticas
Si quieres profundizar, revisa bases de datos públicas de certificaciones (por ejemplo, MSC y ASC), organizaciones científicas que publican estado de stocks y reportes de pesca regionales, y aplicaciones móviles que ayudan a identificar especies sostenibles según la zona. Participar en foros locales o cooperativas también ofrece información valiosa y conexión con iniciativas comunitarias.
Finalmente, apoya la transparencia: exigir etiquetas claras, información de origen y promover políticas públicas que favorezcan la gestión basada en evidencia son acciones con efectos multiplicadores.
Acciones con impacto a mediano y largo plazo

Si te mueves en el ámbito de la política, la restauración o el negocio, las palancas con mayor impacto incluyen invertir en sistemas de monitoreo, eliminar subsidios que incentivan la sobrecapacidad pesquera, establecer áreas protegidas estratégicas y promover cadenas de valor responsables que paguen mejor a pescadores que adoptan prácticas sostenibles. También es fundamental la cooperación transfronteriza para especies migratorias.
En el ámbito local, impulsar programas de certificación comunitaria con respaldo científico y fortalecer la fiscalización reduce la pesca ilegal. La capacitación en técnicas selectivas y la mejora de infraestructura para reducir pérdidas postcaptura suman beneficios económicos y ambientales.
¿Qué debe cambiar en el sector para avanzar hacia la sostenibilidad?
El cambio necesario es sistémico: combinar ciencia robusta, gobernanza efectiva, transparencia empresarial y demanda informada por parte de consumidores. Sin uno de estos pilares es difícil sostener mejoras a largo plazo. Además, la justicia social debe estar en el centro: las soluciones que ignoran los derechos y medios de vida de pescadores locales condenan a fracaso muchas iniciativas.
Finalmente, la innovación tecnológica y la financiación adecuada (incluyendo la reorientación de subsidios) pueden acelerar la transición hacia una pesca que sea ambientalmente sana, socialmente justa y económicamente viable.
Preguntas para hacer al comprar pescado
- ¿Cuál es el nombre científico y el origen (país o región) del pescado?
- ¿Cuál fue el método de captura o producción?
- ¿Tiene certificación? ¿Puedo verificarla en una base de datos pública?
- ¿Es de temporada y local?
- ¿El vendedor puede proporcionar trazabilidad (número de lote o proveedor)?
Estas preguntas ayudan a separar productos con credenciales reales de aquellos con verdades a medias.
Reflexión final antes de la conclusión
La pesca sostenible es un tema amplio y urgente: afecta biodiversidad, seguridad alimentaria y justicia social. No existe una solución única, pero hay caminos claros para mejorar: prácticas de pesca más selectivas, mejores políticas, tecnologías de monitoreo y consumidores informados. Cada elección cuenta, y entender el trasfondo te permite contribuir de manera efectiva.
Ahora sí, vamos a cerrar con una conclusión concisa que recoja lo esencial y te deje listo para actuar o seguir aprendiendo.
Conclusión
La pesca sostenible no es una etiqueta vacía ni una sola técnica milagrosa; es el resultado de decisiones informadas, gestión basada en ciencia, cumplimiento normativo, responsabilidad empresarial y una demanda consciente por parte de consumidores y gobiernos; elegir productos con trazabilidad clara y sellos creíbles, preferir métodos selectivos como caña, nasas o cerco sin FADs cuando sea posible, apoyar prácticas de acuicultura responsable y exigir transparencia son pasos concretos que, multiplicados por comunidades y mercados, pueden regenerar poblaciones marinas y proteger hábitats; la sostenibilidad requiere esfuerzo conjunto, vigilancia continua y políticas que integren la equidad para pescadores locales, y aunque hay desafíos y falsos mitos, la combinación de tecnología, participación comunitaria y estándares robustos ofrece una ruta viable para que las futuras generaciones hereden mares más sanos y pesquerías productivas.
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